Devastadores impactos de la acuicultura, según una nueva investigación

Devastadores impactos de la acuicultura, según una nueva investigación

Un nuevo informe de la Changing Markets Foundation (https://changingmarkets.org/), Feedback y otras ONG asociadas con sede en Francia, Alemania, España y Suiza (En España, Transición Verde, Carro de Combate y Acción Planetaria) ha descubierto que los principales supermercados de Europa están haciendo la vista gorda ante la naturaleza destructiva e insostenible de sus cadenas de suministro acuícola y las pésimas condiciones de vida de estos animales, engañando a los consumidores sobre el verdadero impacto del consumo de productos acuícolas.

El informe Floundering Around. Una evaluación acerca de cómo los mayores supermercados europeos abordan los desafíos ambientales y sociales de la cría de pescados y mariscos retrata claramente cómo las 33 principales cadenas de supermercados de Europa (que representan 49 supermercados nacionales, incluidos Alcampo/Auchan, ALDI, Carrefour, Consum, DIA, El Corte Inglés, Eroski, Ahorramas (IFA), Bon Preu (IFA), LIDL España y Mercadona) no están abordando los desafíos clave para conseguir la sostenibilidad de la acuicultura. A pesar de presentarse como una forma de proporcionar proteína más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, la acuicultura en su forma actual no sólo está impulsando la sobrepesca en los océanos, sino que aumenta la inseguridad alimentaria en el Sur Global y no tiene en cuenta el bienestar de los peces.

Los supermercados, insostenibles

Más de las tres cuartas partes de los europeos (77%) compran pescado en una tienda de comestibles, un supermercado o un hipermercado. El sector ha pasado de suponer un 5% a más del 50% del consumo de pescado. Sin embargo, el informe revela que, en seis países europeos, tres cuartas partes (76%) de los supermercados muestran una falta casi total de políticas para abordar la falta de sostenibilidad y transparencia en sus cadenas de suministro acuícola. Es decir, ninguno de ellos tiene el objetivo claro de reducir, y en última instancia de eliminar, el pescado salvaje en los piensos acuícolas

Según la FAO, en 2017, el 93.8% de las poblaciones de peces marinos del mundo habían sido explotadas hasta su límite o sobre-pescadas. A pesar de ser promocionada como una solución a la sobrepesca, la acuicultura está contribuyendo al problema.

Cada año, casi el 20% de las capturas de peces marinos del mundo se extraen del océano y se convierten en harina y aceite de pescado (FMFO, por sus siglas en inglés: Fish Meal and Fish Oil) para alimentar a los animales de granja (en 2018, esto representó 18 millones de toneladas de captura mundial de peces). Más de dos tercios de esa cantidad se destinan a la acuicultura.

Inseguridad alimentaria

La gran mayoría de estos peces proviene de países donde la seguridad alimentaria es un problema, como África Occidental. Un informe reciente descubrió que, cada año, más de medio millón de toneladas de pescado extraído de las aguas de África Occidental, que podrían alimentar a más de 33 millones de personas en la región, están siendo convertidas en harina y aceite de pescado cuyo destino son los piensos para acuicultura y ganadería, principalmente en Europa y en Asia. Las tres especies de peces utilizadas para la producción de FMFO han sido evaluadas como sobreexplotadas, pero la industria de FMFO continúa impulsando su colapso.

«Es muy decepcionante ver tanta falta de liderazgo entre los supermercados europeos sobre el uso de peces salvajes para producir piensos acuícolas«, señala Juan-Felipe Carrasco, investigador español en esta campaña y co-autor del informe. “Durante años, hemos documentado los impactos devastadores que tiene esta práctica, pero los supermercados -que no dudan en mencionar públicamente la sostenibilidad-, no toman medidas significativas para eliminar esta práctica de sus cadenas de suministro«.

El 27% de los distribuidores europeos no incluyen el nombre del productor o de la granja en las etiquetas del pescado, no exigen a sus proveedores información pública sobre la composición y el origen de los piensos utilizados en sus granjas y no parecen tener ningún informe sobre los indicadores de bienestar de los peces.

El crecimiento de la industria acuícola es exponencial, dado que ha alcanzado un valor de 263.000 millones de dólares en todo el mundo, proporcionando unos 100 millones de toneladas de pescado al año.

Para Pepe Larios, presidente de Transición Verde, que colabora en la difusión del informe, “las políticas de sostenibilidad y protección del medioambiente han de ser transversales y el sistema alimentario es un claro ejemplo de cómo lo que promovemos por un lado, lo estamos socavando por el otro”.

Caso de España

Entre las cadenas de supermercados analizadas en el informe europeo se encuentran tres españolas (Día, Ahorramás y Bon Preu) que ni siquiera han contestado a los requerimientos de información por parte de Changing Markets.

Entre las que sí han respondido, todas ellas se encuentran en la sección “Falta de acción significativa”. En efecto, ninguna de las empresas españolas se ha comprometido de manera significativa con la demanda de eliminación del FMFO.

El informe también destaca las divergencias en las políticas y prácticas en el seno de los grupos que operan en más de un país. Esto es especialmente sorprendente en los casos de LIDL, cuyas subsidiarias en Europa tienen diferentes estándares y políticas de un país a otro, y los grupos Carrefour y Auchan, que proporcionaron respuestas interesantes acerca de sus operaciones en Francia, pero no contestaron para España, eligiendo ser representadas por dos de las asociaciones del sector -ACES y ANGED- (que dieron una respuesta general superficial y carente de información detallada).

El informe refleja que España es uno de los países con más consumo de pescado anual, con una media de tres kilos per cápita, frente a los dos en Portugal o los 1,5 kilos en Francia. De hecho, España es uno de los tres destinos principales de los langostinos de acuicultura de Ecuador.

Hacia un cambio en positivo

El informe reclama a los supermercados:

  • Un compromiso para eliminar gradualmente el uso de pescado salvaje para alimentos acuícolas y otros alimentos para animales de granja para 2025.
  • La introducción de requisitos estrictos sobre cómo se crían y sacrifican las los pescados y mariscos de piscifactoría.
  • La inclusión en listas negras de aquellas piscifactorías que tienen tasas de mortalidad de peces elevadas.
  • La introducción de una mayor transparencia en la información a los consumidores mediante un etiquetado mejorado.

A los consumidores les pide:

  • Exigir y presionar a los supermercados para que mejoren la transparencia de sus cadenas de suministro de pescado.
  • Limitar el consumo de mariscos, especialmente especies carnívoras cultivadas (como salmón o langostinos) que dependen del uso de FMFO producido a partir de peces salvajes.

Ver el informe completo aquí 

Resumen ejecutivo en español aquí

 

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