“Tener cáncer era como coger un catarro” con estas duras palabras, Svieta Shmagailo, una maestra de Ucrania, testigo del accidente de Chernóbil con tan solo 12 años, terminaba de contar un testimonio tan real, como desolador.
La Fundación EQUO organizó la jornada ¿Cuenta atrás para la energía nuclear en España? con la colaboración de Greenpeace y el grupo parlamentario de Podemos-En Comú Podem-En Mareay que contó con la presencia de Svieta Shmagailo, que vivía cerca de la central nuclear cuando se produjo el accidente y que ahora combate las secuelas sociales del desastre, Raquel Montón, responsable de la campaña nucleares de Greenpeace y el coportavoz de EQUO y diputado, Juantxo López de Uralde.
Unas jornadas que pusieron de manifiesto una vez más que la energía nuclear es peligrosa, sucia y cara. El mito del riesgo cero de un accidente con fusión del núcleo lo ha ido desmontando la propia realidad. Los accidentes de Three Mile Island, Chernóbil y finalmente Fukushima han dejado claro hasta qué punto el riesgo de accidente es real. La actual vulnerabilidad de las nucleares frente a posibles ataques multiplica, además el riesgo, y exige nuevas y costosas medidas de seguridad.
En palabras de López de Uralde “Es necesario cerrar las centrales progresivamente, una vez que vayan venciendo los permisos de explotación actualmente en vigor. Consideramos necesario evitar nuevas autorizaciones de explotación, para evitar con ello posibles reclamaciones de lucro cesante por parte de las empresas propietarias” Eso significa que ¿Tenemos cerca el apagón nuclear?
“Que en nuestro país es viable técnica y económicamente un sistema renovable 100% en el año 2050 para obtener toda la energía eléctrica que necesitamos. Que es posible ajustar en todo momento la demanda a la oferta. Porque la gran pregunta no es si tenemos potencial en energías renovables -que tenemos muchísimo, la gran pregunta es ¿podemos satisfacer en todo momento y en todos los puntos de la geografía la demanda? La respuesta es sí” demandaba Raquel Montón.
Por ellos resulta impensable no apoyar un calendario de cierre nuclear, desde el estrado Svieta les decía a los diputados y diputadas presentes “¿Vale más la energía barata que el futuro y la vida de vuestros hijos?”.
Esa apelación la recogieron Pilar Lucio (PSOE) y Josep Vendrell (En comú Podem) en el turno del debate político que contó con la ausencia del resto de partido invitados de la Comisión de Energía, Industria y Turismo, que no acudieron a dar su opinión sobre el futuro de esta energía en España.
Podríamos decir que el debate se decidió en los detalles, mientras que la propuesta de Lucio contempla el cierre nuclear al cumplir los 40 años de las centrales nucleares, la propuesta del grupo parlamentario Podemos- En Comú Podem – En Marea defendida por Vendrell sitúa el comienzo del desmantelamiento de las centrales al término de la licencia.
La cuenta atrás para el apagón nuclear debe comenzar cuanto antes, no debemos seguir acumulando residuos que seguirán con nosotros durante generaciones. En el país del sol y el viento es urgente la apuesta de las instituciones por energías verdes y limpias.